12 de enero: Montes de Málaga

Participantes: 13	Paco P., Jesús R., Ana, Paco R., Tere, Lola V., Carlos, Luci, Manu, Jesús, Enrique, Paco Z. y Jerónimo
Distancia recorrida:	19,2  kilómetros
Desnivel de subida acumulado:	705 metros
Altura mínima: (605 m – Arroyo Chaperas por el Lagar de Chinchilla)	Altura máxima: (864 m – Cerro Jotrón)
Tipo de recorrido:	Circular con algún tramo lineal de ida y vuelta
Tipo de camino:	Carriles, veredas  y cortafuegos.

 

 

 Desayuno en Colmenar, en el bar Los Pepes, en la plaza. Hay que comprar pan y/o churros en la panadería y en el bar ponen el café y el aceite. Los de Torre-Vélez llegamos tarde porque a Paco Ruiz no le sonó el despertador. A cualquiera le pasa.

Aparcamos en Torrijos con todo el aparcamiento a nuestra disposición. Emprendimos la caminata subiendo al mirador de Torrijos y luego por el cortafuegos alcanzamos la pista de la carretera al cruce de las Contadoras, en dirección a las Contadoras.

El carril, casi llano, propició el caminar distendidamente y la charla, en un día sereno, sin viento, con sol, pero con frescura en la umbría. Repetidamente se le había avisado a Jerónimo que no nos llevara a una ruta dura e interminable; el personal pedía tranquilidad y disfrute. Por eso se cogió con tanto agrado ese carril llano a las Contadoras, con multitud de madroños en la umbría, cargados de frutos maduros, que caían a la hierba del carril y los aprovechamos para completar el desayuno.
En el cruce de las Contadoras echamos hacia el mirador Vázquez Sell por la senda, evitando el carril. En el mirador un ratito de solaz disfrutando de las vistas con los arroyos de Humaina a la izquierda y de los Frailes a la derecha; al fondo Málaga y la sierra de Alhaurín.


Tornamos por donde habíamos ido. Intentamos tomar el camino a Pocopán atravesando la casa de las Contadoras. Una cerca impide el paso lo que nos hizo volver por la senda al cruce de las Contadoras. Sólo Jerónimo se metió por una huella a lo largo de la cerca y consiguió salir al camino de Pocopán.
En el cruce de las Contadoras hay dos rutas hacia Pocopán: una, la más directa, por el carril de la cresta y otra por la senda tradicional que es la que tomamos bajando hacia la casa de las Contadoras, donde el grupo se reunió, para proseguir por la senda al oeste recorriendo la cabecera del arroyo de los Frailes primero y la de las Vizcaínas después, bajo un pinar magnífico.
En el cerro de Pocopán hay un mirador con caseta de piedra del Icona que quizá se dedique ahora a la vigilancia de incendios. Magnífica vista panorámica hacia los cuatro puntos cardinales en el mirador, y allí, con un sol acariciador, tomamos el Ángelus que siempre se agradece por el ratito de descanso que nos procura.

Dejamos el cerro de Pocopán para ir al oeste, hacia el cerro de Jotrán, bajando primero al cruce de Jotrán, dejando a la derecha la loma de Timoteo y por el collado que separa los arroyos de Jotrán a la izquierda y Jotroncillo a la derecha tomar el cortafuegos a la cima de Jotrán. Advirtió Jerónimo que íbamos a volver por ese mismo camino, de modo que quien no quisiera subir podía quedarse allí. Somos contradictorios por naturaleza. Nadie se quedó sin subir a Jotrán, pero si no lo hubiera advertido seguro que más de uno le hubiera dicho que para qué ir y volver por el mismo camino.
El cerro de Jotrán fue la altura máxima de la jornada, pero no tiene ni con mucho las vistas de los miradores de Pocopán y Vázquez Sell porque hacia el oeste hay una sucesión de cerretes que impiden la vista sobre el río Guadalmedina.
Desde Jotrán se ve bajar el arroyo de las Avemarías al Guadalmedina y a la autovía, desembocando por la cortijada y llano de las Avemarías, hoy plantado de aguacates y con un par de hermosas balsas de riego. En todo ese valle no se hizo repoblación, quizá por pertenecer a particulares, y aparece desnudo en contraste con el bonito bosque de pinos de las zonas repobladas.

Volvimos al cruce de Jotrán para tomar el carril hacia Chinchilla, al noreste, por la cabecera del arroyo Timoteo. Cruzamos un collado debajo del cerro Pocopán y luego el arroyo del mismo nombre bajando por la pista al pie del lagar de Chinchilla, sobre el arroyo de las Choperas.

Las ruinas de Chinchilla, en un altozano, orientadas al sur, son muy atractivas como restaurante. A ellas subimos y en el carasol nos aposentamos para disfrutar del almuerzo. Es el rato más animado de la jornada, el que más nos deleita, se diría que la caminata tuviese el objetivo del rato de la comida. Empezamos con aperitivos de chorizo, salchichón y sobrasada mallorquina, siguieron luego las tortillas y ensaladilla de habichuelas, y cerramos con la multitud de carnes fritas con ajos, guisadas con champiñón, estofados de pollo y alguna otra cosa que seguro se queda en el tintero.
Para pasar el condumio, cervezas de calidad y vinos de Rioja, Murcia y Granada. Una rondita de queso y el ya tradicional bizcocho de Jerónimo que le salió extraordinario con ese acidillo de la lima. Tés variados y un poco de pacharán casero animaron la sobremesa.

Partimos satisfechos a cruzar los arroyos de Chinchilla y Choperas para tomar el carril que nos acercaba a Torrijos. Antes de llegar a la casa lo abandonamos para ir por las senditas de la zona recreativa de Torrijos.

Día magnífico, con sol, sin viento, fresco en la umbría, pero cálido en la solana. Caminata suave que satisfizo a todo el personal.

 

Mapa de la ruta

 

Subiendo hacia El Palomar desde Torrijos

 

Bosque de pinos, repoblado en la primera mitad del s. XX

 

Llegando a Pocopán

 

Bajando por el cortafuegos en dirección a Jotrón

 

Las rampas del cortafuegos del Cerro de Jotrón

 

Grupo en el vértice del Cerro de Jotrón (864 m)

 

Vista hacia el puerto de Málaga

 

Carrileando

 

Y los almendros ya están en flor

 

Comida en el Lagar de Chinchilla

 

Vino a viejos muros derruidos

 

Bajando de Chinchilla por un olivar abandonado

 

Interior del horno en el Cortijo de Santillana

 

Puentecillo que cruza el arroyo Chaperas