Participantes: Fini, Antonio Muñoz, Pili, Javier Sánchez, Manolo Titos, Pili R., Paco Ponferrada, Jesús R., Carlos, Ricardo, Lucía, Manolo Díez, Lily, Lola, Paco Zambrana y Jesús C.
Distancia recorrida:
Desnivel acumulado:
Desayuno en la cafetería Atlanta de Cenes. Pan con aceite, tomate, jamón y churros. Lucía tuvo a bien invitarnos por su cumpleaños ya pasado. ¡¡¡MUCHAS GRACIAS LUCÍA, Y MUCHAS FELICIDADES!!!
Hacía años que Javier nos había
propuesto caminar por la acequia Real de la Alhambra y al fin ha llegado el día
de hacerla. No fue el mejor día porque había mucha calima y poca visibilidad
para disfrutar de las vistas. Además, según Antonio Muñoz, era primavera
demasiado temprana y todavía no teníamos la floración de las plantas en todo su
esplendor.
Partimos de lo alto de la
urbanización Cerro del Sol, en Cenes, de donde termina la calle asfaltada y
comienza la pista terriza que va rodeando el este del cerro del Sol hasta el
canal de los Franceses donde nos esperaba Manolo Titos. Allí, sobre el río
Darro, tuvimos la primera explicación del recorrido a realizar, de la necesidad
de llevar agua a la construcción de la Alhambra en el siglo XII, de las
vicisitudes de la acequia y de sus servidumbres de agua a diversos cortijos y
cármenes. También nos explicaron la construcción y función del canal de los
Franceses desde el río Aguas Blancas debajo del embalse de Quéntar.
Bajamos al río Darro frente al
molino de Domingo. En el siglo XIX se construyó un nuevo canal que parte del
Darro por la margen derecha y en el molino de Domingo cruzaba el río a la
margen izquierda mediante un sifón de madera que muy posteriormente fue
sustituido por un puente de hormigón, el actual sobre el cual cruzamos el río
por una zona umbrosa con sauces, chopos y fresnos, con los taludes del río
cubiertos de vinca en flor.
Poco más arriba está la presa del
XIX de donde se deriva la actual acequia. La presa tiene sus aliviaderos,
depósito de decantación y medidor de caudal. También aquí tuvimos las oportunas
explicaciones de Javier quien había traído además información gráfica en forma
de planos y esquemas.
De la presa volvimos al cortijo
de Domingo y seguimos hacia el cortijo Jesús del Valle por el antiguo camino de
Beas. El cortijo es un enorme complejo constructivo con molinos de aceite y de
cereal, lagar y corrales, que sería la parte más antigua, siglos XVI-XVII, al
lado de la cual se construyó la residencia de Jesuitas y capilla en el XVIII.
Al cortijo pertenecían todas las tierras de esta parte del Darro y los montes
aledaños. Después de la desamortización el cortijo pasó por distintas manos
hasta caer en la empresa Ávila Rojas. Se siguieron explotando las tierras hasta
el siglo XX, pero las construcciones se abandonaron y saquearon hasta la ruina
actual. Parece ser que los Jesuitas impartieron aquí enseñanza superior, no
colegio.
Continuamos por el camino de Beas
hacia abajo hasta un nuevo cortijo, el de Moronta, que devino al final en
vivero, al que llegamos por el precioso bosque de galería del Darro,
acompañados por el murmullo del agua y el canto de los pájaros, después de
haber visto los enormes corrimientos de tierras de la ladera izquierda del
Darro que arruinaban la acequia Real e hicieron que la del siglo XIX se
construyese subterránea.
En Moronta hay puente por el que
cruzamos a la orilla izquierda. Hay que ir un pequeño trecho aguas arriba para
luego ascender por la ladera hasta la senda auxiliar de la construcción del
canal del XIX que es la que utilizaremos mayormente de aquí en adelante, pero
antes nos acercamos al paso de ese canal por el barranco de las Tinajas, uno de
los dos lugares por los que está trazada al aire libre, y en los que se aprecia
el caudal de ese canal.
El paseo por la senda de servicio
del canal es agradabilísimo, porque es llano, con buen piso, entre el bosque de
encinas y quejigos mayormente, con multitud de durillos en flor, y teniendo a
vista de pájaro el cauce del río, con su bosque y parcelas de cultivo primero,
y luego las primeras casas construidas en el camino de Beas, al barrio de
Valparaíso, anejo al del Sacromonte. Sobre ellas la enorme mole de la abadía
del Sacromonte.
A la senda por la que caminamos
abren de vez en cuando galerías por las se sacaban los materiales de excavación
del hueco del canal que se vertían por encima de espaldones construidos en la
ladera. Esas galerías han quedado como puntos de entrada para el mantenimiento
del canal.
En un punto descendimos de la
senda de servicio del canal a la acequia Real pasando por la acequia del
Tercio. Aún en época nazarí de la acequia Real se desgajó otra que, con menos
pendiente, llevaba un tercio del agua de la acequia Real por encima de ella y
por debajo del actual canal. Del volumen de agua que llevaba le vino el nombre
de acequia del Tercio.
Tanto la acequia Real como la del
Tercio se han restaurado en un tramo de casi un km. Por ese tramo paseamos la
Real hasta el barranco del Aljibe donde nos detuvimos. Allí se ha excavado y
encontrado un sistema de galerías y norias único. Una galería llevaría al
interior un canal con agua al final del cual una noria elevaría esa agua que
vertería en un aljibe de donde partiría otra galería horizontal y otro pozo
vertical con una segunda noria. No recuerdo bien las cifras que dio Javier,
pero en total sería como 120 m de elevación y 400 de galerías horizontales.
Impresionante.
Hacía calor y era hora de
almorzar. Buscamos la sombra en el talud de la misma acequia Real y nos
aposentamos en hilera mirando al enorme complejo de la abadía del Sacromonte. Manolo
Titos describió la primera fase constructiva de la abadía, final del XVI, al
calor de unos restos humanos y libros plúmbeos que relacionaban cristianismo e
islam, que se encontraron en una cueva, sería la parte más baja, horizontal,
del complejo. Posteriormente, en el XIX, se edificó el colegio e internado en
forma de cuadrado.
Con tanto personal que íbamos
tuvimos un ágape excelente, aunque difícil de recordar. Chacinas de aperitivo,
ensalada, tortillas, jibia con guisantes, caballa en adobo, carnes de pollo y
de cerdo, filetillos tiernos y solomillo con ajos, además de otras cosas.
Cervezas frescas, vinos de Rioja, Uclés, Bierzo, Cariñena y Ribera. Torta y
chocolates que pasamos con tés y orujos varios.
De la acequia Real subimos a la del Tercio que
abandonamos por una pista que nos subió al mirador de la Silleta del Moro, con
inigualables vistas sobre la Alhambra y sobre Granada. Por una pista ascendente
subimos hasta el olivar de la Alhambra, 60 ha de olivo de la poco común
variedad Lucio, cultivada en ecológico.
Desde el olivar tomamos una pista
y después senda por la ladera sur del llano de la Perdiz y cerro del Sol. Va
casi llana, o con pequeñas subidas y bajadas, con buen piso, pero sin árboles y
vegetación rala. La senda se hace monótona por sus múltiples entradas y salidas
a las barranqueras que bajan del cerro. Al final, al lado de la urbanización
Cerro del Sol, atravesamos las explotaciones auríferas romanas y muy
posteriores. A ellas iba el canal de los Franceses, con paredones verticales y
agujeros de galerías por las que derrumbarían el cerro por medio del agua.
Magnífico día en el que aprendimos un montón de cosas, en una excursión muy agradable aunque con final monótono.
Me apunto estaré en la gasolinera de Nerja
ResponderEliminarMe apunto, con coche si no hay otro voluntario. Estaré a las 7,30 en la Ortíz
ResponderEliminarPaco, Jesús y Pili.... Vamos
ResponderEliminarLily se apunta.
ResponderEliminarSintiéndolo mucho no podré acompañaros en esta ocasión. Nos vemos en la siguiente.
ResponderEliminarLola V y P. Zambrana iremos, con coche si fuera necesario.
ResponderEliminarEstaré en La Ortiz a 7:30. Ricardo
ResponderEliminarVoy. Llevo coche.
ResponderEliminarEstaré en la Ortiz a la 7,30 h.
ResponderEliminarAntonio S.
Ya he vuelto y estoy deseando salir con vosotros.
ResponderEliminarSi alguien me puede recoger en la gasolinera de Algarrobo estaría muy agradecida. Si no cuadra puedo llegar a Nerja.
Lucía
Organización de coches para mañana. Jesús recoge a Lily, Lola y Paco a las 7,30 en el aparcamiento de casa de Victoria.
ResponderEliminarCarlos recoge en la Ortíz a Ricardo y Antonio, después recogen a Lucía en Algarrobo y a Manolo en Nerja. Nos vemos a desayunar en Cenes
Ok
EliminarOk
ResponderEliminarLucía