Te uniste al grupo de la Vinoteca un otoño, después de que el tramo que hiciste del Camino de Santiago aquel verano, despertase tu afición por caminar.
Quizá al principio te costó
adaptarte a las costumbres y usos de la Vinoteca. Si fue así no lo dejaste
traslucir porque cada sábado salías contenta con el grupo a la ruta propuesta.
Le diste vivacidad al grupo con tu inquietud, con tu movimiento, siempre
aceptando las rutas sin protestar, aunque resultasen duras. Animaste nuestras
comidas con esos tremendos, exquisitos flanes, acompañados a veces de melocotones
en almíbar, tan grandes, ¿dónde los encontrabas? Tus flanes eran épicos y han
quedado en la memoria del grupo. También tu magnanimidad y apertura al
ofrecernos tu casa para las celebraciones del grupo; ¡qué bien lo hemos pasado
en tu campo!
Por medio del grupo, en el viaje
a Mallorca, tuviste la suerte de encontrar a Manu. Al poco tiempo ya teníamos
un miembro más en la Vinoteca, Manu, tranquilo, sosegado, bonachón, que
contrastaba con tu carácter bullicioso, nervioso, diligente. Os complementabais
bien.
Durante muchos años hemos
disfrutado de vuestra compañía, en el esfuerzo de las cuestas, en la
tranquilidad de los llanos, en el riesgo de pasos difíciles, en la alegría de
las comidas, en la convivencia de los viajes… Ahora nos dejas, Luci, y contigo
te llevas también a Manu. No cabe duda de que dejáis un hueco en la Vinoteca y
en los corazones de cada uno de sus componentes. Os echaremos mucho de menos,
os recordaremos y os añoraremos.
P.D. : Manu, no hace falta decir que si algún día añoras la luz del sur, nuestros brazos seguirán abiertos.
Que recuerdo más bonito!!!!😭😭
ResponderEliminarAunque ya no edte en nosotros fisicamente siempre estara su espiritu acompañandonos en las salidas...
ResponderEliminarpd:Soy J.R.T. sobrino de paco y pili
Totalmente de acuerdo contigo Jesús R. y como dice la canción : lo que no se olvida nunca muere. Siempre estará con nosotros.
ResponderEliminarPreciosa despedida y pequeño resumen de las muchas horas de caminatas y viajes que disfrutamos a tu lado, siempre nos acompañaras Luci
ResponderEliminarA LUCI,
ResponderEliminarINMORTALES PIEDRAS
Lola Valle (Google)
"Era,sí, la sensación de abismarme en un tiempo intrahistórico, esencial, que, aunque, no fuese visible, yo poseía a través de mis sentidos, y lo llevaba conmigo como portaba entre mis brazos las piedras negruzcas” (Antonio Colinas)
Detenerte en el camino,
aunque sin nuca perder el compás de los primeros caminantes: mirar una piedra, recoger una piedra, soltarla, dejarla en su sitio, volver a buscarla, aunque sin nunca perder el compás de los primeros; coger la piedra en tus manos, reconocerla, interiorizarla, habitarla, buscarle un lugar entre los seres que permanecen; pensar que en tu casa ya no queda sitio para la piedra inmortal. No, no hay hueco en la estantería dedicada a la inmortalidad.
Sentir que tu vientre necesita la piedra inmortal, que tus brazos precisan la firmeza de las piedras: coger, recoger la inmortal piedra, la que nunca muere, la que sobrevive en cualquier espacio, en cualquier tiempo. Sostener la piedra en la mano, valorarla, tasarla, casi medirla, apreciarla, darle vueltas buscando su sitio en la mano mortal.
─Demasiado grande, pesa mucho. ¿En qué bolsillo de la mochila entra? No, esta es muy grande, la suelto, cojo otra más pequeña que se ajuste en el bolsillo lateral izquierdo, y no pese tanto. Aún queda mucho monte por subir. Cojo la piedra grande, la menos grande, ambas suman inmortalidad. Puedo con el peso infinito─.
Se siente, entonces, habitada por el misterio, por el gran misterio de la permanencia, aceptando que sus manos necesitan rozar la infinitud. Encuentran sitio las piedras en su casa, en la gran estantería que la vio morir, aceptando cada piedra su lugar entre otras piedras adonde fueron traídas por una mano mortal. Aceptando, ellas, el misterio de su inmortalidad,
sin perder el compás entre los primeros caminantes.
Tengo una piedra negra, de Isla Negra, para tu estantería inmortal, por si alguna mano fugaz le encuentra un sitio entre tus piedras. No pesa.