Recorrido: 20 km con desnivel acumulado de 1.350 m.
En esta ocasión hemos repetido la subida a la Maroma por Donabuelo porque la última vez no pudimos ver el paisaje por la niebla.
Salimos del Robledal hacia los Barracones y luego por la senda de los barranco llegamos al collado Donabuelo, subimos al cerro de 1.830 m de altitud y después de tomar el ángelus en el collado (cota 1800 m), bajamos por la cara oeste en dirección al arroyo de los Tejos para buscar la fuente. La encontramos en la cota 1.700 m, esta fuente tiene bastante agua y esta arreglada y rodeada de arboles.
Desde aquí nos dirigimos a la Maroma y luego a la Tacita de Plata para comer y terminar la ruta en el Robledal.
Subida al Donabuelo.
Dice Virgilio que la primera
preocupación del hombre debe ser conocer la tierra y señalar las maravillas que
la naturaleza ha puesto en ella. Siguiendo este consejo intentamos por segunda
vez el Donabuelo. Esta vez con buen tiempo. El viento Austro amable nos alivió
la ruta de los resineros. Soportamos la subida a la empedrada cima con esfuerzo
y costumbre. Llegamos a un prado verdecido de pinos y aulagas en flor a los que
agita, soplando suavemente, la brisa de un viento susurrante. Unas cincuenta
cabras de luciente pelo triscan las flores con sus dientes tenaces. Los machos,
al hilo de la cumbre, lucen, con estudiado aire, su arrogante apostura y
profusa cornamenta. Son los Prados de Arena. En los Tajos del Sol el eco de las
chovas va sonando por las profundas simas de la umbría. En el hondo, gigantes
pinos sombríos tienden sus ramas, sus añosos brazos. Y por fin la Maroma, otra
vez más, y la foto obligatoria. Hecho este menester, torcemos la vereda y llegamos
a la zona del gozo que no dista largo trecho. En Tacita de Plata aliviamos el
calor y la sed y hablamos y comemos y bebemos. Y se acaba el día. Visitamos las
plantas comedoras y, con desgana, despedimos el monte. Nos queda en la retina
el intenso rubor de las peonías de los Presillejos. Arriba, entre los pinos,
suena aún incesante la triple nota del pichi-pichi amigo y, ya en el coche,
todavía, el suave aliento del campo impregna nuestra ropa.
Para Manuel:
La era debe
allanarse con pesado cilindro y cimentarla con la mano y hacerla maciza con
greda pegajosa para que las hierbas no la cubran y acabe deshecha en polvo y
mil plagas burlen tu trabajo: el pequeño ratón que construye galerías bajo
tierra y las convierte en granero; los
viejos topos que cavan su manida o la hormiga que teme la vejez necesitada.
INICIO DE LA RUTA
SUBIENDO AL DONABUELO
CIMA DEL DONABUELO
FUENTE EN LA CARA OESTE DEL DONABUELO EN LA COTA 1.700 M.
EN LOS PRADOS DE ARENA
LLEGANDO A LA MAROMA
CIMA DE LA MAROMA
EN EL TAJO "VOLAEROS"
LA TACITA DE PLATA
PINGUICOLAS AÚN SIN FLOR
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