Participantes: Ana, Jerónimo, Paco Ponferrada, Paco Ruiz, Luci, Ricardo, Manuel de Nerja, Victoria, Jesús
Distancia recorrida: 18,8 km
Desnivel acumulado: 1200 m
Recuperamos con alegría a Victoria que la teníamos perdida desde hacía algún tiempo.
Desayuno en Ojén, buen pan con aceite.
Excursión programada para la Concha con previsión de tiempo lluvioso y ventoso. Sea por el tiempo o por otras circunstancias, se había apuntado un montón de gente y se fueron quitando de en medio el día anterior. No quiero pensar que nos faltan montañeros aguerridos en el grupo.
Comenzamos a caminar por la sendita al lado del aparcamiento con el suelo y las hierbas mojadas por el chaparrón de la noche. La humedad del suelo y del ambiente hizo que fuera una mañana ideal para las salamandras que lucían sus vistosos colores. A una de ellas, de buen tamaño, le dimos la mañana llevándola una y otra vez al carril para fotografiarla como si fuera una “top model”. Jerónimo se quedó atrás con ella para hacerle algunas fotos en privado, mientras que el resto del grupo iniciamos la subida por el Cerezal. Cuando terminó la sesión fotográfica pensó que habríamos echado por la Ermita, por allí fue y ya nos reunimos con él en el puerto que da vistas al olivar del Juanar.
En la subida por la cañada hacía una mañana estupenda, templada y sin viento, con algunos jirones de niebla ocultando a veces el cerro Nicolás, pero al llegar al olivar la cosa cambió porque el viento soplaba con fuerza y tanto la Cruz del Juanar como la cresta hacia la Concha estaban totalmente cubiertas de negros nubarrones. El nublado venía de la costa y decidimos sustituir la niebla, viento y piedras mojadas del camino hacia la Concha por el puerto del Púlpito y seguir luego hacia el Pozuelo. En el Púlpito el viento soplaba con fuerza y la niebla estaba bien cogida, pero en cuanto bajamos un poco nos protegimos del uno y desapareció la otra. Aprovechando la protección de roquedos y matojos tomamos el Ángelus en la hoya donde nace el arroyo Molinos: dátiles, pasas, mostachones, rosegones, alguna fruta y unas contundentes pastas con cabello de ángel que Ricardo sacó junto con el sempiterno vinillo de la tierra. Hubo alguna mofa a cuenta de la temporada en que se hizo el cabello de ángel y con ese buen humor continuamos por el arenal de la hoya, subimos el puertecillo que da vistas a la cañada del Infierno e iniciamos el carrilillo que va hacia el Refugio del Juanar. Desde el carrilillo se divisa perfectamente la senda al Gurapalo y al Pozuelo que queríamos tomar en la conjunción de carrilillo y senda. Alguien dijo que del carrilillo se podía bajar a la senda antes de que ambos se juntasen, aunque el trocillo de monte a descender estaba dificultoso. Ricardo, con esa fijación de querer meterse siempre en lo más difícil, ya no quiso oír nada más y se metió en el monte para descender a la senda. Claro, tuvo que esperarnos un buen rato porque además nos entretuvimos contemplando la vista del bonito valle hacia el Refugio adornado con algunas pinceladas de amarillo por los robles de las laderas y los castaños ya desnudos abajo rodeando el tejado del Refugio.
Al descender del puerto del Pozuelo había un gran pino resinero que protegía bajo sus ramas una zona llana, limpia, mullida por las acículas y sin viento. Aunque era temprano pensamos que ese era un restaurante estupendo que no podíamos desperdiciar. Y allí comimos con más tranquilidad de la acostumbrada y nos solazamos un buen rato después de comer con los chascarrillos de la vida militar de Ricardo. Vida militar que duró un par de meses, pero que si le hubiéramos dejado hubiera dado para varias horas de conversación.
Sugerimos seguir la senda que llevábamos al otro lado de la carreterita del Juanar subiendo al cerrillo de las Perdices y bajando por el Castañar, pero Jerónimo nos quitó la idea porque él había estado por ahí y la senda se perdía entre la maraña de jara. Subimos pues por la carreterita al Refugio y al puertecillo que da a la cañada hacia Ojén. Echamos por la cañada de la Ermita y antes de las 6 estábamos en Ojén.
La predicción del tiempo acertó en cuanto al viento y niebla, en cambió erró en la lluvia ya que no cayó ni una gota. Y al viento y niebla supimos evitarlos y disfrutar de la temperatura tan templada que hizo todo el día.
Saliendo de Ojén
Salamandra
Niebla
Cruzando el Olivar del Juanar
Sª Blanca cubierta de nubes
Por el Pto. del Púlpito
Ángelus en una recachita
Quejigo otoñal
Rodeando el Gurapalo
Por el Pinsapar del Pozuelo
Restaurante a la sombra del pino
Bajando hacia Ojén
Hygrocybe conica
En la Ermita
Vino
Me apunto
ResponderEliminarOs espero en la azucarera a las siete, azùuucaaarrrr
ResponderEliminarEstaré en la azucarera a las 7 para ir a la Concha. Bonita despedida de temporada.
ResponderEliminarJesús
Me uno a la visita a la Concha.
ResponderEliminarNo me parece razonable que tengamos que trasponer todos los de Torre a la Azucarera. A tres minutos de la Plaza donde hemos quedado siempre está el aparcamiento del Instituto María Zambrano, allí se pueden quedar los coches que sobren, a la vuelta es también más fácil, cada uno coje el suyo y tira.
ResponderEliminarEs cierto que para mí es más fácil pero también para todos los que están apuntados.
Me apunto
Espero unirme a esta salida,"maestro" Antonio me sales por wasap,te pregunto el viernes si tu vas y si podemos quedar en Torre como tú dices.
ResponderEliminarVale Victoria. Eso del wasap son cosas de mi hija, le diré que me lo explique de aquí al Viernes. En principio estaré en la panadería Flores a las siete con mi coche.
EliminarBuenas noches
Ok,así quedo con alguien un poco más cerca,puede que venga mi hija.
EliminarHasta el sábado.
Yo también estare en la Azucarera para ir a la Concha.
ResponderEliminarBueno, Azucarera o plaza está claro que sobre las 7,15, más o menos, pasaréis por el rincón de la uve. Yo esperaré en la gasolinera habitual para unirme al grupo, si lleváis sitio. Si no pudiera ser cojo mi coche y carretera y manta.
ResponderEliminarUn abrazo nepalí
Manuel
Manuel, vaya fama que nos están dando los de las setas y eso que algún setero estuvo en cabeza casi toda la subida, bajando ya se sabe hasta las piedras ruedan.
EliminarLo que sea, el sábado se verá.Conectaré vía wuasa desde La Flores con los azuquitas y concretaremos.
Namaste
Me apunto. La lluvia es lo nuestro.
ResponderEliminarAna, ¿siete y media en el aparcamiento trasero del Miramar?
Paco P., si vienes, quieres y te va bien, a la misma hora en el mismo sitio, pero con otros chubasqueros y/o capas.
Hasta el sábado.
Me apunto y estaré en Ojen para el desayuno.Saludos.Paco Ponfe.
ResponderEliminarPerfecto Jerónimo. A las 7'30 estaré en el Miramar.
ResponderEliminarSalud. Soy Manolo de Tarifa.
ResponderEliminarSi no llueve a mantas me incorporaré en Ojén, pero debo saber el local de reunión.
Un abrazo a todos/as.
En un bar que hay en el centro del pueblo, en la carretera que lo cruza. No sé como se llama.
EliminarMuchas gracias por la información. Veremos qué tiempo se presenta.
EliminarEstaré en la azucarera.
ResponderEliminarEspero estar a la altura de los Annapurnienses
Donde dije digo no digo digo que digo Diego.
ResponderEliminarLamento que os perdáis mi presencia. En la comida del domingo retomaremos la relación.
No se os olvide disfrutar.
Manuel
No pensaba salir a la Concha pues ya conocéis mi aversión a mojarme a sabiendas; pero acabo de ver que estáis muchos para salir y eso me da envidia. Y consultado ahora mismo Maldonado, me informa que va a llover mucho menos de lo anunciado ayer y esta mañana. Así que estaré a la hora fijada en la Azucarera aunque, lógicamente, me gusta más el lugar sólito. Ricardo
ResponderEliminarMe desapunto. Lo siento Victoria.
ResponderEliminarAS
Ok,leído por culpa del insomnio,todo tiene su lado bueno;así que voy directa a Azucarera.
Eliminar