Salida Vélez-Torre, a las siete.
Desayuno en Los Caballos, en la Estación de Álora, a las ocho.
Salida Vélez-Torre, a las siete.
Desayuno en Los Caballos, en la Estación de Álora, a las ocho.
Participantes: 8 | Jesús C., Paco P. Paco R., Germán, Paco Z., Miguel S., Ricardo y Carlos |
Distancia recorrida: | 19,5 kilómetros |
Desnivel de subida acumulado: | 805 metros |
Altura mínima: (635 Puente sobre el Río Seco) | Altura máxima: (1035 m – Carretera Pto. Madroño a Pujerra) |
Tipo de recorrido: | Básicamente circular |
Tipo de camino: | Veredas, carriles, carretera y algún tramo campo a través. |
Desayuno en La Parrilla, frente al hospital de la Serranía. Muy buen pan con aceite y manteca blanca, de lomo y colorá, tomate y jamón para acompañar las tostadas. Salimos a 5,5€; habría que evitar el mal jamón.
Poca gente para lo que suele ser habitual en la visita otoñal a los castaños del Genal. Pocos, pero buenos.
Aparcamos
a la salida de Igualeja a Pujerra y comenzamos a caminar carretera abajo,
atravesamos el puente de río Seco y, en vez de tomar el carril que va paralelo
al río Seco aguas arriba, tomamos el siguiente carril que comienza con fuerte
cuesta y se mete en el valle del arroyo Hondo, entre castañares que tenían un
color variadísimo, entre el verde y el amarillo, precioso. Habíamos cogido a
los castaños en su momento álgido.
Charlando
pasamos del desvío a la derecha por el que solemos ascender. Contribuyó al despiste
el que había una cuadrilla cogiendo aceitunas y paramos a charlar un poco con
ellos. Paco Poferrada que llevaba el
track de alguna excursión anterior nos recondujo, descendiendo un poco y
tomando el carril de otras veces, que asciende mediante zigzags por una de las
pocas zonas despejadas, sin castaños.
Otras
veces dejamos ese carril más arriba por una senda a la derecha, al oeste, pero
en esta ocasión decidimos continuar por el carril principal en dirección a la
carretera del puerto del Madroño a Pujerra. Es una ruta más larga y nos
interesaba porque habíamos decidido echar el día entre Igualeja y Pujerra, sin
llegar a Cartajima como otras veces por miedo a no poder cruzar el Genal en el
paso del Molino Real.
Llegando
a la carretera teníamos ya un continuo trasiego de grupos de caminantes
domingueros con niños, perros y zapatillas de ciudad. En la carretera aumentó
el número de grupos, prácticamente eran uno tras otro.
Paramos
al Ángelus en un carasol al lado de la carretera y del lugar de la parada, por
quitarnos de la concurrida carretera, echamos hacia la cresta por un
cortafuegos no demasiado empinado y en la cresta hacia el oeste, hacia Pujerra,
siguiendo el cortafuegos. En este tramo, entre los alcornoques, vimos el único
parasol de la jornada. Algunos íbamos con la esperanza de ver setas, y no, no
había. Cuando llueve tarde las setas ya no salen.
Según
nos íbamos acercando a Pujerra el gentío aumentaba. Continuamente teníamos
grupos de gente que iban de Pujerra hacia arriba mientras nosotros bajábamos.
Paco Ruiz propuso no llegar a Pujerra sino tomar un carril al este por el que
transitamos una vez cuando Victoria nos trajo una cuadrilla de madrileños. Paco
tiene muy buena memoria y sentido de la orientación.
Ese
nuevo carril comienza llano, pasa por el depósito de agua del pueblo y continúa
entre los castaños muy cómodamente. Por este carril también había gente, pero
menos.
Cruzado el arroyo del Puerto de la Laguna, con un chorrito de agua, paramos a almorzar en una zona abrigada, al sol. Como siempre hubo dos o tres propuestas de diferentes sitios que variaban muy poco. Una vez acomodados comenzamos con el ritual del almuerzo. Principiamos por la chacina y los langostinos, seguimos con las tortillas, la ensaladilla de pimientos y atún, el pastel de atún, el pollo guisado, el solomillo con ajitos y finalizamos con quesos variados. No hubo cervezas. Descorchamos un blanco granadino y dos de Rioja y con ellos pasamos la comida. Con el té, un poco de pacharán.
Continuamos la caminata. En un cruce próximo elegimos con acierto seguir hacia arriba, al sureste por la zona de las Majadillas, hasta un colladito donde comenzamos a descender, algún tramo sin senda, entre los castaños, acompañados del crujir de la hojarasca. Luego tomamos un carril en dirección noroeste que nos sacó a la carretera. Teníamos 4,5 km a Igualeja que los hicimos carretera adelante, a buen paso, cuidando de los coches. Cuando visitamos los castañares en otoño solemos llegar anocheciendo y a veces con los frontales. Esta vez no, llegamos con mucha luz.
Ya en casa, con los mapas en el ordenador, hemos visto que podíamos haber tomado un desvío al este, por el cual hemos caminado otras veces, y que nos hubiera ahorrado unos kilómetros saliendo al carril de arroyo Hondo hecho por la mañana. Para otra vez lo llevaremos previsto.
Participantes: 6 | Tere, Nori, Paco R., Germán, Luis y Jerónimo. |
Distancia recorrida: | 17 kilómetros |
Desnivel de subida acumulado: | 970 metros |
Altura mínima: (1270 m – A.R. Quejigales) | Altura máxima: (1919 m – Torrecilla) |
Tipo de recorrido: | Circular, con un tramo lineal de i/v. |
Tipo de camino: | Veredas y carriles. |