jueves, 18 de diciembre de 2025

20 de diciembre: Estación de Jimera - Cueva del Gato

Participantes: 10
Lola, Paco Zambrana, Tere, Jerónimo, Germán, Paco R., Luis, Nori, Manuel D. y Ricardo.

Distancia recorrida:
 20 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
615 metros
Altura mínima: ( 382m – Estación de Jimera de Líbar)
Altura máxima: (458 m – Cañada Real del Camino de Gibraltar por la zona del Quejigal)
Tipo de recorrido:
Lineal de i/v.
Tipo de camino:
Veredas muy marcadas y algunos pequeños tramos de carril.

Saliendo de la Estación de Jimera con un tibio sol mañanero que no calienta pero se agradece. Aquí la Calle de la Barca nos recuerda cuando la Cañada Real del Camino de Gibraltar cruzaba en este punto el Guadiaro, cuyo paso había que hacerlo en barca pues no existía puente alguno.

Al poco de abandonar la Estación, el carril se transforma en una vereda que nos acompañará hasta las proximidades de la Estación de Benaoján. 

Algunas nubes se enganchan a las crestas calizas de la Sierra de Líbar. Bajo ellas, un espeso encinar salpicado de algún que otro quejigo.

El sendero, muy bien conservado, tiene vierteaguas y protecciones que se hicieron para proteger las vías férreas que circulan, en algunos tramos, unas decenas de metros por debajo de nosotros.

El camino prosigue entre acebuches,

algún quejigo

y, sobre todo, encinas que han dejado el suelo sembrado de bellotas

Cruzando en Arroyo del Águila

Arisarum vulgare - Candilillos
 
Asoma el Guadiaro a ratos

En esta época del año, el camino permanece en la umbría la mayor parte del tiempo

El Río Guadiaro se abre paso entre la Sª de Líbar y la Sª de Enmedio que lo separa del Valle del Genal

Este valle estuvo poblado desde las Prehistoria como lo demuestran los números vestigios encontrados, como las pinturas de la Cueva de la Pileta que se encuentra en las calizas que arriba asoman.

Proseguimos por lo que fue en su día la Cañada Real del Camino de Gibraltar,

un camino ancestral que unía la Meseta de Ronda con el Campo de Gibraltar y que vio pasar ganaderos, comerciantes, estraperlistas y militares, como el duque de Wellington en su lucha contra las tropas napoleónicas.

Un rincón otoñal del río

Llegando a la zona de Las Angosturas

donde la vereda transita excavada en la roca

Y pasó el tren
La línea Bobadilla-Algeciras se inauguró en 1892 y su construcción corrió a cargo de la empresa británica The Algeciras Railways C.L. Sus 176 kilómetros atraviesan casi por completo el Valle del Guadiaro. Recorrerlos en un tren de gasoil por una vía única y sin electrificar, detenernos en esas estaciones de aire decimonónico, nos devuelve a un pasado no tan lejano de tiempos más pausados, de viajar más tranquilo.  

Tajo de la Dehesa

El camino prosigue entre encinas

y se nos abre al río

con vistas al quejigal que se extiende por la otra orilla

Una pausa, un momento de descanso

y de nuevo en marcha

para ver a lo lejos, entre calizas, el blanco caserío de Benaoján

El camino se ensancha

y nos sorprende con esta encina venerable de tronco verde

Camino empedrado y viejas ruinas

El vado por donde hoy es imposible cruzar hacia la Estación de Benaoján. Era curioso ver como las truchas intentaban saltar y superar la corriente en este punto e indicativo también de que la calidad de las aguas del río han mejorado mucho.

Nos queda kilómetro y medio 

para cruzar el río por un enorme puente de madera

y llegar al Charco Frío -¿por qué será?- 

y a la Cueva del Gato, en realidad la boca de salida del Sistema Hundidero-Gato

El río Guadares o Campobuche surge con fuerza por su boca tras recorrer los cuatro kilómetros que separan en línea recta ambas cuevas, atravesando la Sierra del Algarrobo o del Mures.
En las primeras décadas del s.XX se intentó represar las aguas del Guadares justo antes de la Cueva del Hundidero. Para ello se construyó la Presa de los Caballeros, un enorme muro en forma de cúpula de más de 80 m, el primero de sus características en Europa. A pesar de ello, fue un fracaso. El agua se colaba por todos lados en este terreno cárstico. Ya lo advirtió el geólogo portugués Fleury, pero otros informes favorables y el interés de la Compañía Sevillana de Electricidad en el proyecto posibilitaron su construcción, que quedó definitivamente abandonada en 1947.

Álamos otoñales junto al Charco Frío

Juno planifolia - Lirio de invierno

Vinos en las ruinas de la Venta del Arroyo de la Dehesa o Arroyo del Pozo del Moro

La tarde ilumina la senda de vuelta

a ratos, pues el sol no tarda en esconderse tras las las nubes y las crestas de la sierra

y vuelve la umbría fría que fue todo el día

Mapa de la ruta

miércoles, 10 de diciembre de 2025

13 de diciembre: El Torcal

Participantes: 8
Pilar, Joaquín, Paco Zambrana, Tere, Jerónimo, Paco R., Manuel D. y Ricardo.

Distancia recorrida:
 9 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
400 metros
Altura mínima: ( 1.120 m – Parte oeste del Torcal Alto)
Altura máxima: (1.292 m – Prox. Cornisa del Diablo)
Tipo de recorrido:
Circular
Tipo de camino:
Veredas más o menos marcadas y campo a través.

Charcos, viento y nubes en el Mirador de las Ventanillas: mal inicio meteorológico para un día que acabaría soleado y sin viento

Las "pilas de bollos" en equilibrio aparentemente precario

Vistas al sur donde el perfil de las montañas se suceden y el mar asoma a lo lejos

El cielo parece querer abrirse en nuestro paso por esta cornisa elevada

Las piedras repican nuestro caminar

Castillos de piedra se suceden

en un paisaje laberíntico que no nos cansamos de recorrer uno y otro año

Preparado el camello para estas próximas navidades

¿Buscando a los Reyes Magos

en este caos de piedra?

Nubes curiosas ponen la guinda al pastel

un pastel de caliza

con relleno de encinas, arces, majuelos, hiedras, zarzas y un sinfín de hierbas y arbustos, algunos endémicos de este lugar

Los Magos no aparecen

pero han dejado un juego de construcción para aquellos que quieran mirar con ojos de niño

Nuestro caminar continúa

por sendas que nos llevan siempre a la duda

Árboles enraizados en la piedra

y piedras vestidas de verde árbol

Un desvío en busca

del dinosaurio perdido

que no apareció

Una vuelta al camino conocido después de más de una vuelta

Las formas de las piedras

no deja de sorprendernos

Se nos abre la vista hacia la Sª de las Chimeneas

¿Algún romano habrá colocado ese busto ahí?

Ya fuera del Torcal más laberíntico, nos disponemos a afrontar la única y verdadera subida del día

para terminar poniendo vinos y restaurante en un carasol sin viento y con vistas que llegan hasta tierras sevillanas

De nuevo en marcha con energías renovadas

para afrontar la Cornisa del Diablo

sorprendente siempre y más para los que la recorren por primera vez

Un paso estrecho y bajo que obliga a esforzadas cuclillas

Estirarse para la foto

que se duplica junto a la seta

Equilibrio que parece imposible y que invita a respetar lo que el tiempo ha tardado tanto tiempo en esculpir y no subirse en ella

Una bajadilla para acercarse al final del periplo

no sin antes visitar esta sima próxima al Centro de Visitantes

Mapa de la ruta