Salida Vélez - Torre, a las siete.
Desayuno en Órgiva, donde siempre, a las ocho y cuarto.
Salida Vélez - Torre, a las siete.
Desayuno en Órgiva, donde siempre, a las ocho y cuarto.
Participantes: 7 | Germán, Paco P., Manuel D., Paco Ruiz, Ricardo, Jesús C. y Lily. |
Distancia recorrida: | 17,8 kilómetros |
Desnivel de subida acumulado: | 620 metros |
Altura mínima: (600 m – Arroyo Choperas) | Altura máxima: (1.032 m – Pico Reina) |
Tipo de recorrido: | Circular |
Tipo de camino: | Veredas y carriles. |
Desayuno en la gasolinera del cruce de Cajíz. Aceptable pan de chapata con aceite.
Aparcamos en Torrijos. El primer
objetivo era ascender al pico de la Reina, máxima elevación de los Montes de
Málaga. El camino más fácil era subir por la pista asfaltada por la que
habíamos bajado a Torrijos, hasta la carretera y de allí, por el cortafuegos,
al pico de la Reina. Como no nos apetecía caminar por asfalto, un poquito más
arriba de Torrijos tomamos un carril a la derecha que, creímos, nos subiría
hacia la cresta que termina en el pico de la Reina. No fue así. Ese carril va
llaneando al cruce de Las Contadoras y nos devolvió a la parte alta de
Torrijos, encima del aparcamiento. El recorrido no fue en vano porque
disfrutamos de la mañana serena, fresquita, con la sombra del pinar y la
explosión de hierba creciendo por todas partes propiciada por las recientes
lluvias de marzo. También había algunas orquídeas: Ophrys fusca ya
pasada, Anacampis papilionacea e Himantoglossum robertianum,
estas en plena floración.
De la parte alta de Torrijos,
donde habíamos vuelto con el carril, no nos quedó otra que atacar el
cortafuegos hacia la cresta. Lo tomamos con parsimonia buscando las zonas menos
empinadas, haciendo algún zigzag y, sobre todo, echándole valor y ganas. En
media hora estábamos en el carril que rodea la cresta que tomamos al sur
primero y al este después hasta cerca de la carretera, donde tomamos el
cortafuegos a la derecha, al sur y al oeste, hasta toparnos con la alambrada
que protege las instalaciones de la cumbre. Con dificultad rodeamos la valla al
oeste hasta salir a la carretera de acceso. No sabemos qué se guardará tan
celosamente en ese recinto vallado para impedir el paso al vértice geodésico.
Después de disfrutar de las
hermosas vistas sobre Málaga descendimos por la carretera y nos acercamos a la
fuente de la Reina que echaba un buen chorro de agua del que nos aprovechamos
senderistas y ciclistas.
Después del esfuerzo de los
cortafuegos la llana pista hacia Las Contadoras era coser y cantar, ofreciendo
además unas muy buenas vistas al sur: al nacimiento del arroyo Humaina y a
Málaga. La pista asfaltada da un cerrado zigzag y en ese punto la abandonamos
por un cortafuegos que nos llevó otra vez a la pista y al mirador de Las
Contadoras
En el mirador hicimos la paradita
del Ángelus con un par de ciclistas a los que Ricardo dio palique. Está situado
en la cresta que separa los valles de Humaina al este y los Frailes al oeste.
Iniciamos el camino a la casa de Las Contadoras por el carrilillo debajo de la
pista, con placentera sombra, y varios depósitos de agua, uno modernísimo, que
se surten de los manantiales y minas de agua cercanas. La blanca casa de Las
Contadoras lucía preciosa entre el verde del pinar.
En vez de ir a la casa de Las
Contadoras subimos al cruce homónimo y de allí tomamos el sendero a Pocopán. En
realidad, si hubiéramos llegado hasta la casa hubiéramos acortado camino. El
largo sendero va recorriendo la cabecera de los valles de los Frailes primero y
de las Vizcaínas después, este último con el cortijo de las Vizcaínas allá
abajo, al parecer habitado y bien conservado. Al llegar al cerro de Pocopán
unos decidieron subir a la casta-mirador y otros continuar la pista rodeando el
cerro.
Todos nos reunimos en el puerto
de Jotrón, donde tomamos el carril que baja a Chinchilla, carril con Orchis
mascula, Ophrys lutea, y muchísimos durillos en flor, por la umbría de la
cresta entre Pocopán y Las Contadoras.
A todos nos apetecía buscar
restaurante y parar a descansar y a comer, por eso, en cuanto avistamos las
ruinas del lagar de Chinchilla comenzamos a buscar una sombrita agradable. No
aparecía nada apetecible, hasta que Paco vio un llanillo al lado del arroyo
Choperas, junto a la desembocadura del arroyo Chinchilla. Un excelente
restaurante con vistas a la cristalina corriente del Choperas y a lo que queda
del enorme lagar de Chinchilla.
Con tranquilidad preparamos
asientos y condumio. Comenzamos con aperitivos de chacina, gambones y aguacate.
Seguimos con ensaladilla rusa, calabacín y tortilla de espárragos y, quizá,
acelga. Hubo después pastel de atún y filetillos tiernos, terminando con
quesos, torta de algarrobo con chocolate, té y orujos. Todo lo que probamos
estaba riquísimo. De 10.
Quedaba subir por el carril de
Torrijos, junto al cantarín arroyo Choperas hasta la concurrida área recreativa
de Torrijos donde habíamos aparcado.
Los Montes de Málaga estaban
preciosos y la caminata estupenda. Tenemos que volver más a menudo.
Participantes: 11 | Germán, Paco P., Pili, Jesús R., Manuel D., Carlos, Pilar, Joaquín, Paco Ruiz, Ricardo, Jesús C., Lily, Tere y Jerónimo. |
Distancia recorrida: | 16 kilómetros |
Desnivel de subida acumulado: | 1030 metros |
Altura mínima: (425 m – Cañada de la Graja) | Altura máxima: (1.151 m – Pico Mijas) |
Tipo de recorrido: | Lineal, con un pequeño tramo de i/v |
Tipo de camino: | Veredas y carril. |
Desayuno en La Esquinita de Fuengirola. Es mejor pedir rebaná que pitufo. A 3,5€
En el campo de fútbol de Mijas
pueblo quedamos la mayoría de la cuadrilla mientras los conductores iban con
los coches a puerto Colorao, en la carretera Mijas-Alhaurín. Allí dejaron 4
coches y con el de Jerónimo regresaron al campo de fútbol.
Salimos por encima de la tapia
del campo de fútbol, al oeste, para buscar la bajada a la cañada de la Graja.
La idea era subir al carril Nuevo, cerca de lo que los mijeños llaman puerto
Málaga. El recorrido se puede hacer bien subiendo por la cañada de la Graja
bien por la siguiente cañada al oeste, la del Nacimiento. Por esta última el
trayecto es algo más corto, pero en esta ocasión, una vez en el cauce de la
cañada de la Graja, seguimos cañada arriba.
Para buscar las cañadas desde la
tapia del campo de fútbol no hay senda de caminantes, sólo de bicicletas y
motos que bajan hacia la carretera. No hay que seguirlas, sino desde la tapia
seguir al oeste porque por allí la cañada de la Graja no está tan encajonada
como más abajo y se desciende al cauce con mucha más facilidad.
La comitiva subió cauce arriba,
en una mañana soleada, con un poco de viento que dentro de la cañada no se
notaba, con animadas conversaciones que se cortaron en un punto por el mal olor
de un macho montés muerto hacía poco allí en medio del cauce. Por cierto, con
buena cuerna.
Al llegar a la senda Carril
Nuevo-Cantera de los Arenales que corta la cañada de la Graja abandonamos el
cauce para ir al oeste, casi llaneando, por el hermoso pinar de pino carrasco,
con algunas setas pie azul que nos animamos a cortar y guardar. La senda da la
vuelta a la lomilla de En Medio para entrar en el valle del Nacimiento y
descender muy pronunciadamente al cauce de esta cañada.
Por la ladera derecha de la
cañada del Nacimiento proseguimos el ascenso, disfrutando de las hermosas
vistas a la costa y al valle cubierto de tupido pinar, para llegar al carril
Nuevo. Tuvimos allí un intercambio de opiniones sobre si ir al cerro Málaga por
el norte, por la pista del Chaparral, o por el sur, por el carril Nuevo. En
favor de la primera propuesta estaba la menor distancia a recorrer, en favor de
la segunda el caminar por bosque no quemado. Al final nos decidimos por la
belleza del paisaje, zona sur, añadiendo un par de km de distancia.
Por el carril Nuevo nos topamos
con bastantes corredores de montaña y en el puerto del Pino, en el mirador allí
ubicado, hicimos la paradita del Ángelus admirando las bonitas vistas a Mijas.
Del puerto iniciamos la senda que
sube al puerto Málaga, al decir de los alhaurinos, o puerto de las Canteras
para los mijeños. Y del puerto a la cima del pico Málaga pasando por el
calcinado encinar del principio y por la cresta oeste del pico. Esta sierra es
recorrida por muchos caminantes que han hecho sendilla de subida donde antes no
había traza alguna.
En el pico, después de las fotos
de rigor, se propuso ir hacia pico Mijas por la cresta del Chaparral o por la
senda que rodea la loma del Chaparral. Paco Ruiz y Ricardo se decidieron por la
áspera cresta y el resto por la más larga pero más suave senda.
Los de la senda hicieron el
trayecto al Llanillo de los Conejos en 1h aproximadamente. Los de la cresta
tardaron menos tiempo y estaban ascendiendo a pico Mijas cuando llegaron los de
la senda. El lugar elegido como restaurante era el Llanillo de los Conejos, de
modo que una parte del personal dijo que ya habían estado muchas veces en el
pico Mijas mientras otros subieron y bajaron con rapidez.
En el rolde hecho por los
comensales enseguida empezaron a circular las fresquitas cervezas, preludio del
aperitivo constituido por langostinos, chacina y humus de berenjena. Vinieron
después dos tipos de calabaza, tortillas de berenjena y espárragos silvestres,
y dos tipos de setas: con patata y picantonas. Filetillos tiernos, albóndigas
con tomate y quesos. Terminamos con la jugosa, deliciosa, tarta acompañada de
té y orujos. En el capítulo de los vinos un blanco de Granada, un tinto de La
Mancha y otro de Valencia. Pocos pero buenos.
Del Llanillo de los Conejos
descendimos al comienzo de la senda Roaeros de Aguilar, la tomamos un corto
trecho y la dejamos por la que desciende siguiendo la cañada del Pedregal,
empinada pero amplia y muy utilizada. Cruzamos el carril Nuevo y continuamos
cañada abajo, por su ladera izquierda, para luego girar al este dejando a la
derecha los cerrajones de Manuel Quero, llegar a la cañada Fuente de la Adelfa
y descender a la carretera Mijas- Alhaurín en puerto Colorao.
Muy buen día para caminar, con un
poquito de viento fresco, nubes y claros, y unas gotitas que solo sirvieron
para mojar ligeramente los impermeables.